Necesito estar cerca de alguien para tener felicidad y alegría. Tu eres mi mejor compañía para sentirme bien y ser feliz. Quisiera que estuviésemos más cerca, y para hacerlo posible, hemos de sellar un convenio.
Sé que debo cambiar más, para hacerlo, debo ser yo quien tome la decisión. De acuerdo con mis dificultades y mis anhelos. No puedo aceptar que me impongan un cambio, pues eso crearía una muralla entre los dos, y no estaré contenta conmigo misma. No es cuestión de imponer voluntades al otro. No manejaré tus actos y espero que tampoco tú lo hagas.
Espero que no me hieras con tus palabras; ni hagas bromas a costa mía. Se que tus sentimientos son muy especiales en cada caso y deseo me digas lo que sientes, lo que esperas, lo que deseas.
Quiero ser tu confidente.
Trataré de escuchar y alentar tus sentimientos, cumplir tus deseos y suplir tus necesidades. Al tiempo te haré saber que eres muy importante para mí. Y si no puedo llenar tus aspiraciones, también te lo haré saber; pues todos tenemos limitaciones. No siempre se pueden satisfacer todos los deseos o necesidades. Trataré de explicarte por qué no puedo complacerte sin sentirme culpable y sin sentir enojo.
Siempre trataré de darte la ternura que te mereces, aún en los momentos cuando me estés hiriendo.
Haré todo lo que esté a mi alcance para que tú logres tus propios ideales sin ponerte límites, sin que sientas que te atrapan.
Y cuando quieras que sea posible hacer algo juntos y sea un deseo compartido, hagámoslo. Trataré de compartirlo todo contigo, con toda la honestidad que pueda darte y ser esa persona en quien puedas confiar para siempre.
Quiero reir contigo y disfrutar lo bello de la vida. Así espero que cuando abra mi corazón contigo y te cuente lo que siento- y eso será muchas veces-, sea como entregarte un pequeño animalito recién nacido: trata mis cosas con igual cariño y cuidado.
Si estas palabras te dicen algo que es verdadero también para ti, hagamos un convenio e intentemos convertirlo en una bella realidad.
noviembre 18, 2013
noviembre 15, 2013
Estar enamorados...
Estar enamorados...
Es encontrar el nombre justo de la vida.
Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte es precisa.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de la carne respira.
Es contemplar, desde la cumbre de la persona, la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz produndamente repetida.
Es sospechar que la soledad de nuestra sombra está vencida.
Amigos, estar enamorados es describir donde se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el decierto la cristalina voz de un rio que nos llama.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de campanas.
Es comprobar que la area de ser hombre o mujer es menos dura.
Es entender la pensativa conversación del corazón.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas.
Es adueñarse de los días y las noches.
Es escuchar a media noche la vagabunda confesión de la lágrima.
Es despertar una montaña con el secreto de las flores y de las frutas.
Es no saber si son ajenas o son propias las lejanas amarguras.
Es compartir la luz del mundo y a la vez compartir su noche oscura.
Es alegrarse y asombrarse que la luna todavía sea luna.
Es empezar a decir "siempre" y en adelante no volver a decir "nunca".
Estar enamorados, es estar seguros de tener las manos puras.
Poema de Francisco Luis Bernárdez, "A media voz", que encontré escrito en unas viejas cartas.
noviembre 09, 2013
Hope.
Cuando lo conocí también me gustaba alguien más
ahora ya ni pienso en ese alguien
porque mis pensamientos están ocupados con él.
Tal vez a él le pasó lo mismo.
Espero que le haya pasado lo mismo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)